En el Boletìn Global de febrero, les presentamos UNO, un proyecto destinado a clarificar y definir las responsabilidades y estructuras de las funciones corporativas que dan soporte a nuestras divisiones operativas y constituyen la base del Grupo SARIA en su conjunto.

Durante los últimos tres meses, los equipos de proyecto de las funciones corporativas de Finanzas, RRHH, TI y Compras han seguido trabajando sin descanso para encontrar la configuración ideal para la colaboración entre las organizaciones corporativas de los países, las divisiones O2P y Sinova y las funciones corporativas del Grupo.

Entre otros, la elaboración de un organigrama general de las funciones en el ámbito [enlazado aquì]  fue un hito importante. Pero más allá del organigrama, cabe preguntarse: ¿qué significa esto en la práctica?

Para tener en cuenta las diferentes necesidades de las áreas funcionales, las estructuras y los papeles se definieron para cada una de las funciones individualmente. Veremos aquí un ejemplo para ilustrar algunos de los aspectos que se debatieron durante UNO y hacer más tangible la idea de estructuras alineadas entre todas las partes de la organización:

La nueva configuración: ejemplo «Adquisiciones”

En materia de adquisiciones, el punto de partida inicial de un proyecto suele ser una de las divisiones o un centro que ha detectado una necesidad en su actividad operativa. Se pondrán en contacto con el equipo de aprovisionamiento global (es decir, país + función de grupo). Dependiendo del «producto», que puede ser específico de un país o tener un alcance más amplio, la responsabilidad recaerá en el representante local de compras o se adoptará un enfoque global para aprovechar la agrupación por volumen.

¿Cuál es el beneficio?

En este ejemplo, uno de los beneficios es la realización de importantes ahorros de costes. Cuando se trata de compras, mayores volúmenes suelen significar mejores condiciones y mejores precios. En el caso de bienes que se necesitan en más de un país o más de una actividad empresarial, como camiones o neumáticos, podemos utilizar el tamaño del grupo en nuestro beneficio. La función corporativa, en su papel de socio de la empresa, actúa como punto de coordinación y ejecuta el proceso de compras para que las divisiones puedan centrarse en sus competencias básicas, que son el producto, la producción, el cliente, la innovación y la logística.

¿Y ahora qué?

La principal misión para los próximos meses es empezar a trabajar con los equipos funcionales. El objetivo es asentarse en las nuevas funciones, estructuras y procesos y centrarse en los primeros procesos relevantes para buscar un mayor desarrollo. Pasado un tiempo, se celebrará un taller con los miembros de los equipos de proyecto de UNO para tomar el pulso y definir conjuntamente los próximos pasos.

¿Lo sabías?

En el ámbito de UNO también:

• rediseño de la organización financiera de SARIA – más información aquí
• creación de una función informática de grupo – más información aquí